El Ministerio de Defensa ruso calificó a Ucrania como un “polígono” que Occidente utiliza para elaborar componentes de armas biológicas y ensayar nuevos fármacos.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha asegurado este miércoles que cuentan con evidencias de que el Pentágono realizaba experimentos con ciudadanos ucranianos en un hospital psiquiátrico cerca de la ciudad de Járkov.
“Hemos recibido nueva información que revela detalles de los experimentos inhumanos del Pentágono con ciudadanos ucranianos en el Hospital Psiquiátrico N.º 1 en la localidad de Strelechie. La principal categoría de sujetos de prueba fue un grupo de pacientes masculinos de entre 40 y 60 años con un alto grado de agotamiento físico”, afirmó Ígor Kirílov, jefe de las tropas de protección radiológica, química y biológica de Rusia.
Según el alto cargo, EE.UU. intentó ocultar la participación de sus expertos en los experimentos biológicos. Para ello, los especialistas llegaban al territorio ucraniano a través de terceros países. En enero de este año los expertos extranjeros fueron evacuados de emergencia. Los equipos y los fármacos utilizados fueron transportados a las provincias occidentales de Ucrania.
Participación de Pfizer y Moderna
Por otra parte, el representante de la cartera de Defensa comunicó que las farmacéuticas Pfizer y Moderna estaban involucradas en las actividades biológico-militares en Ucrania.
Según Kirílov, las compañías participaban en el esquema estadounidense. Los líderes del Partido Demócrata son los ideólogos de ese tipo de actividades. La base legal para financiar las investigaciones se formuló a través de los órganos ejecutivos estadounidenses. Los experimentos se llevaban a cabo con fondos federales, al tiempo que se atraía el dinero de organizaciones no gubernamentales.
“En la trama están implicadas importantes empresas farmacéuticas, como Pfizer, Moderna, Merck y la empresa Gilead, afiliada al Ejército estadounidense. Los expertos estadounidenses están trabajando para probar nuevos medicamentos que eluden las normas de seguridad internacionales“, denunció el representante.
Tal práctica permitía a las compañías mencionadas reducir considerablemente los costes para realizar investigaciones, obteniendo así una ventaja competitiva. Kirílov señaló que la participación de ciertas ONG y farmacéuticas controladas, así como el aumento de sus ingresos permite a los líderes demócratas obtener fondos adicionales para las campañas electorales y así ocultar la distribución de este dinero.
Por su parte, las estructuras del poder ucranianas se encargaban de ocultar las actividades ilícitas, realizar ensayos clínicos y de campo, y proporcionar el material biológico necesario.
El representante señaló que Washington incrementó su capacidad de investigación en cuanto a la creación de armas biológicas, entre otros ámbitos. En este sentido, calificó a Ucrania como un “polígono” que Occidente utiliza para elaborar componentes de armas biológicas y ensayar nuevos fármacos.
El papel de Alemania y Polonia
Alemania y Polonia figuran entre otros países de la OTAN que realizaban sus proyectos biológicos en Ucrania. En particular, los epidemiólogos del Instituto de Microbiología de las Fuerzas Armadas de Alemania se llevaron 3.500 pruebas de suero sanguíneo de residentes ucranianos en 25 provincias del país de 2016 a 2019.
El involucramiento de instituciones afiliadas con la Bundeswehr “confirma la orientación militar de las investigaciones biológicas realizadas” y “plantea interrogantes sobre los objetivos” perseguidos por los militares alemanes, destacó Kirílov.
Además, los documentos analizados revelan que Varsovia proporcionó financiamiento a la Universidad de Medicina de la ciudad de Lviv en Ucrania que incluye el Instituto de Epidemiología e Higiene, participante en los proyectos biológico-militares de EE.UU. Dicha entidad realiza cursos de capacitación de especialistas para trabajar con materiales y tecnologías de doble uso, detalló Kirílov.